10 nov 2011

Vuelve la homofobia.




Sí, vuelve la homofobia, vuelve si gana el Partido Popular las elecciones el próximo 20 de noviembre.

Quizás parezca un comentario duro, radical o extremista, pero no nos engañemos, lo duro, extremista y radical es recortar derechos que se consolidaron en la primera legislatura del Gobierno de Zapatero, para volver a una sociedad rancia, intolerante y recalcitrante que es más propia de otros regímenes anteriores que de la democracia consolidada y efectiva en la que nos encontramos.

Lo primero que hay que aclarar, es que el término matrimonio no es un término católico, es un término civil, que proviene del derecho romano. Además, el derecho no es inamovible, precisamente está para plasmar las realidades sociales nuevas que se vayan produciendo y también para cambiar ciertos comportamientos no cívicos que se producen en la sociedad. Si no, nunca se habría cambiado jurídicamente la prevalencia del hombre sobre la mujer, o nunca se habría llegado a la igualdad entre razas, por poner algún ejemplo. Por tanto, quién quiere deslegitimar el matrimonio igualitario por decir que es contrario a la tradición, tendrían que replantearse cambiar sus tradiciones para que todos quepamos en ellas y para que todos podamos tener los mismos derechos.

La postura del PP respecto al tema es, cuanto menos, odiosa, sí, odiosa. Un partido que se precie a gobernar todo un país, no puede hacerlo pensando en los intereses anquilosados en siglos pasados de ninguna institución, y menos de la Iglesia Católica, que como bien sabemos, lleva un atraso social de siglos. Un partido que pretenda gobernar debe gobernar para todos, también para los que no les guste gobernar, y eso es lo que no hace el PP. El Sr. Rajoy, parece que tiene un odio sin fundamento, o sí, hacia el colectivo LGTB, ya que su partido ha votado en contra de todas las leyes y medidas que han ampliado derechos en este ámbito.

En definitiva, el Partido de la Derecha más rancia española no es un partido que pretenda adaptarse a la sociedad y a las nuevas realidades sociales, sino que es un partido que quiere adaptar a la sociedad a una escala de valores que más se podría caracterizar de etapas feudales pasadas.

Santiago Rivero Cruz

Estudiante de 4º de Ciencias Políticas

Militante de Juventudes Socialistas de Pinto

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